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lunes, 10 de enero de 2011

Por unos dólares más.

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 10 años después, por más economía para principiantes que me enseñe el gobierno en turno y sus asesores del Banco Mundial, por más columnas de Manuel Enrique Hinds y Alejandro Alle, que lea en El Diario de Hoy, no dejo de creer que el dólar ha causado más pobreza, desigualdad e inflación que aquella que procuraba resolver. Es mi opinión, recuerde que estudié leyes, no economía. Tampoco estudié ningún curso de política como si fuera asesor de diputado, para estar comentando editoriales sin la más mínima idea. Es únicamente mi opinión.

Siendo, desgraciadamente, una medida irreversible, hay que ser un poquito serios y darnos cuenta que las mejoras prometidas, que se suponían evidenciar en los sistemas económicos y de desarrollo, acabaron por ser simples falacias, pompas de jabón que se reventaron en las primeras de cambio, y que ahora nadie puede, ni quiere revertir.
En un país subdesarrollado como el nuestro, se decidió aprobar la política de bimonetarismo a fin de proteger nuestra divisa de las subsecuentes devaluaciones.
La afirmación anterior conlleva 3 serias preguntas.

1. ¿ Quién decidió la política de bimonetarismo? 
No está claro que se haya decidido de la manera más democrática posible. Nunca me enteré de consultas populares, de mesas de discusión REALES. Todo fue de alto nivel, como les gusta a ellos denominarse.

2. ¿ Es Bimonetarismo? 
Pues quizás lo fue mientras usted tuvo el colón. Cuando el sistema financiero lo recibió todo y dejó de liberarlo jamás pudo hablarse igual. Se supone que fue el salvadoreño común el que por simple elección dejó de usarlo. Una mentira más.
¿Puede usted ir al banco y pedir que le den colones? Obviamente no. Además sería algo descabellado a estas alturas.

3. ¿ Proteger la moneda de la "obvia" devaluación?
La idea era tener una moneda "blindada", lo suficientemente fuerte como para subir constantemente de valor.
Se vendió aquella idea que decía que los ingresos en dólares mantendrían su valor fijo, aunque la moneda nominalmente se devaluara. La devaluación del colón, de no tener el dólar, es algo que damos por sentado sin pensarlo.

A las gremiales de empleados, pero sobre todo a los empresarios, se les dijo que los precios de los bienes que produciría el país se mantendrían en constante alza sin importar las devaluaciones.
La verdad es que...
La devaluación y subsecuente inflación se dió sin importar el sistema monetario que tuvieramos. Los créditos son casi imposibles de conseguir, dados sus elevados intereses. 
Los salarios lucen ahora más devaluados que nuestra selección absoluta de fútbol, y  los precios están por las nubes. 
La inflación ha subido constantemente y nosotros utilizando el dólar no pudimos evitarlo.
Tampoco se puede pedir que el Banco Central de Reserva que emita moneda para "reactivar" la economía, puesto que, además de generar más inflación, también la potestad constitucional de emitir moneda fue eliminada, claro sin reformar la Constitución.  Claro, todo amparado en resoluciones de la CSJ.
Visto lo anterior, no sueñe con el colón.
Pero, ¿ Ahora qué hacemos?

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