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lunes, 24 de enero de 2011

Entre el sindicalismo y los salarios mínimos.

1 comentarios
Hace un tiempo que no se veía tanta protesta de sindicatos para reivindicar derechos.  No soy quien evaluará la legitimidad de los derechos reclamados. No me corresponde. Pero como todo salvadoreño, tengo mi opinión. 
Resulta que tenemos en menos de un mes protestas de diversos grupos sociales. Los lisiados de guerra pedían que no se les eliminara su pensión como único medio de subsistencia. Lo demás, es por lo de siempre, aumentos de sueldo.
Un sindicato se basa constitucionalmente en los Arts. 47 y 48. Ahí se establece la libertad de asociación entre trabajadores, se da la posibilidad de establecer un régimen jurídico para cada uno. Había pues, aparente contradicción con el Art. 221 Cn, que establece que "Se prohíbe la huelga de los trabajadorespúblicos o municipales, lo mismo que el abandono colectivo de suscargos.
La militarización de los servicios públicos civiles procederá únicamente en casos de emergencia nacional."
Por ello, cuando se estableció la alianza comercial entre Centro América y Europa, parte fundamental del trato era hacer valer los Convenios de la OIT Nº 87 y 98, los cuales permiten la libre sindicalización y los contratos colectivos en el sector público.
Luego tenemos a los sindicatos de empleados del órgano judicial en huelga para exigir un aumento salarial, basándose en la conocida y tácita regla de "o todos en la cama o todos en el suelo". Según lo que me comentaban, el problema nace en el aumento que han recibido algunos empleados de la Sala de lo Constitucional exclusivamente. 
Aprovechándose de la coyuntura, el gremio de maestros se lanzan en huelga porque también quieren ser partícipes de los aumentos que está programando el estado para sus empleados.  Al gremio de maestros le fue mucho mejor. Su problema se solucionaba incluyéndolos en dicho aumento gracias a una nueva redacción del decreto que aprobaba los aumentos. 
Se permite, en aras de la libertad sindical, que se paralice toda actividad judicial, de modo que se suspenden cientos de audiencias, se liberan decenas de imputados al vencer el término de inquirir, se llenan las morgues de los hospitales y a nadie parece importarle.Medicina Legal también estaba sin operar.
Yo creo que cuando hay derechos que te están siendo vulnerados, es justo y necesario hacer un reclamo y organizarse para ello. El problema con este tipo de protestas, es que paraliza servicios que aunque no lo parecen para muchos, son básicos. 
¿Qué pasa si se organizan los agentes de la PNC para protestar al darse cuenta que ellos arriesgando su vida para proteger a la sociedad, ganan 100 dólares menos que los ordenanzas de la CSJ?  
Nos veríamos ante una huelga de la policía y los mareros harían su agosto, no?
Temo que esta vez no puedo estar de acuerdo con esa lucha sindical. 
Entiendo que la situación económica en el país no es nada acogedora, pero siendo quienes tienen mejores prestaciones y ganando salarios hasta cierto punto satisfactorios, es de alguna manera un recordatorio de lo poco que importa la ciudadanía en GENERAL. 
¿ Debe ceder el Estado a las demandas de aumentos que probablemente cuesten más de 60 millones de dólares extra en el gasto público anualmente? Cuando la inmensa mayoría sigue ganando salarios de miseria, los que tienen empleo claro está.
Llama extraordinariamente la atención el manejo que los medios le han dado tanto a la protesta sindical, en espera de la reacción gubernamental, como a la reacción misma.
El FMLN ha reaccionado, primero manteniéndose al margen de la situación, y finalmente expresando su rechazo ante la posición radical de los huelguistas.
Esto ha sido visto de manera sensacionalista por parte de la mayoría de los medios. 
Se dice que el nuevo gobierno se ha constituido en un enemigo más de las mayorías.  Siento que se sobredimensiona el asunto en este caso. La libertad sindical está siendo respetada. Pero el salvadoreño debería aprender de una vez y para siempre, que pedir un derecho de la manera que se haga, implica negociación, y ello conlleva diálogo abierto, que no es una aceptación total de lo que se pide. Así se maneja la política.
Lo que es más importante que aumentarles el salario a personas que ganan el triple del mínimo, nominalmente, es preguntarse cómo, si hay personas que ganan menos del mínimo y sobreviven, los sindicalistas que ganan mínimo de 585, no pueden? Tiene la culpa el consumismo que nos ha hecho ver el informe de PNUD 2011? 

No se puede olvidar la actitud en sus declaraciones y entrevistas, del líder sindicalista de SINEJUS, Félix Blanco, secretario general del Sindicato de Empleados Judiciales de El Salvador (SINEJUS), quien devenga 1 mil 186,63 dólares. Apareció diciendo en TV Nacional que a él JAMÁS lo verían ganando el salario mínimo.Blanco se desempeña como colaborador técnico en la Dirección de Logística Institucional, en mantenimiento de oficinas y equipo mobiliario.
Creo que es tiempo que un gobierno se amarre bien los pantalones y les haga ver que una cosa es tener derechos y estabilidad laboral, etc, y otra muy distinta es el ganguerismo. 
Es una lástima, porque personas como el sr. Blanco, le dan mal nombre a otros sindicalistas que puede que traten de reivindicar sus derechos de mejor manera. 
Ciertamente es al gobierno y a la empresa privada a los que les corresponde la tarea de mejorar esos salarios. Lo que refleja esto es el grado de injusticia que vivimos  El salario mínimo estancado en aumentos insignificantes de 5 dólares cada 5 años, y el desempleo por las nubes.
¿Alguna vez se ha preguntado como es que no protestan en las empresas que se gana el mínimo, o en aquellas transnacionales que se jactan de llenar el país de empleos?  Hasta ahí se vulneran los derechos y se niega la libre asociación. Cualquier empleado de ese tipo de compañías de los rubros más florecientes en los últimos tiempos no me dejarán mentir cuando digo que se les hace firmar la renuncia al derecho de asociación, en el mismo contrato. El problema acá siempre será la falta de educación, y el abuso cuando los derechos son conquistados.
Mejor deberíamos protestar los salvadoreños sin empleo, los que ganan menos del mínimo.  
Esto es mi opinión y nada más. No se case con ella.

One Response so far

  1. Anónimo says:

    Excelente entrada, estamos muy de acuerdo en que la libertad sindical se manchó con la actitud de esas personas.

    Ahora bien, me llama muchísimo la atención esta frase: "Según lo que me comentaban, el problema nace en el aumento que han recibido algunos empleados de la Sala de lo Constitucional exclusivamente".

    Y es que, sin duda, me condujo a recordar la manera sensacionalista en la que manejó el tema LPG, EDH y otros medios de comunicación claramente irresponsables en lo que concierne a verificación de información y a la protección de datos sensibles para particulares (que no son funcionarios públicos). Además, creo que a estos medios les faltó aclarar que, en realidad, no se trató de un “aumento” salarial "preferente" y carente de razón, sino que, por el contrario, se trató de una nivelación salarial de letrados con preparación académica especializada y altas exigencias laborales (post-grados, cursos de especialización, manejo de 2 o más idiomas, jornadas laborales sin horario, etc.)

    Por otra parte, también creo que los sindicalistas hacen muy mal al citar como parámetro de comparación a la gente de lo Constitucional, porque al final de cuentas, si se trata de constatar quiénes trabajan y quiénes no dentro del Órgano Judicial, los sindicalistas quedan –con el perdón que me merece el reino animal– como unos verdaderos lagartos.

    Gracias por escribir con esa visión tan crítica de la realidad nacional, no dejés de hacerlo, porque es lo que hace falta en este país.

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