Desde el momento que se dieron a conocer las reformas al Código Penal y todo el drama sobre la libertad de prensa en el país, supe que no se trataba más que de una de esas medidas que se toman de la manera equivocada y que sirven únicamente para que los medios tradicionales traten de ocultar sus líneas editoriales-políticas a fin de proteger sus intereses.
Ciertamente muchos periodistas de diversos medios se han manifestado en contra de las reformas dado su perfil ideológico, pero es cierto también que el Art 191 no es un problema desde que los periodistas con suficiente ética pueden manejar la información sin caer en problemas legales.
Artículo 191
No son punibles los juicios desfavorables de la crítica política, literaria, artística, histórica, científica, religiosa o profesional; ni los conceptos desfavorables expresados en cumplimiento de un deber legal o en el ejercicio legítimo de un derecho de información, siempre que el modo de proceder o la falta de reserva no demuestren un propósito calumnioso, injurioso o de ataque a la intimidad o a la propia imagen de una persona.
No son punibles los juicios desfavorables de la crítica política, literaria, artística, histórica, científica, religiosa o profesional; ni los conceptos desfavorables expresados en cumplimiento de un deber legal o en el ejercicio legítimo de un derecho de información, siempre que el modo de proceder o la falta de reserva no demuestren un propósito calumnioso, injurioso o de ataque a la intimidad o a la propia imagen de una persona.
A mi muy singular punto de vista, los periodistas, los de verdad, los que han estudiado su carrera a conciencia y han mostrado un manejo veraz de la información que transmiten y de sus fuentes, puede trabajar fácilmente sin necesidad de verse limitados por la ley.
Creo que el problema reside en el periodista, en su formación y su ética. La responsabilidad del periodista de hacer una revisión de sus fuentes y sus notas hacen un trabajo más efectivo, sin necesidad de caer en ilegalidades derivadas de la información y su mal uso. Las notas se sustentan, las ideas se sustentan. La información no va acompañada, aderezada o manipulada a nuestro arbitrio ideológico, a menos que seamos explícitamente parte del organismo publicitario de x o y partido.
Creo que todo pasa por el hecho simple de autoregularse. Ojo, regularse no significa censurarse.
Tampoco digo que la autoregulación sea un medio de coacción de la libertad, lo que digo es que siempre y cuando se pueda refrendar la información y no se incurra en calumnia, difamación, etc, no habrá delito que perseguir.
Libertad de prensa no debe ser coadyuvante de impunidad, libertinaje y abusos. Por eso es que se hacen las leyes. No para llenar los libros.
