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miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡SOLO DE BRAVAS¡

1 comentarios

Si usted considera que la lucha libre, el boxeo, el karate y otros deportes de contacto son violentos, seguramente usted no es salvadoreño; mentarse la madre, agarrarse a pedradas en el centro de San Salvador, matar por un parqueo e intentar atropellar al peatón son ya casi deportes nacionales y populares, actualmente vivimos en unos tiempos en los cuales ya no es extraño ver a dos vecinos darse de trompones por el simple hecho de que uno es alianza y el otro fas o mirar a personas insultarse en la fila del banco o del súper.

Lamentablemente hemos llegado a un grado de violencia tan grande que hoy ser violento no se considera un defecto sino parte del “CARÁCTER DEL SALVADOREÑO”, pero yo me pregunto vale la pena pasar un par de años en Miami (Mariona) por matar un bolo, por un accidente de transito o simplemente por un piropo vulgar hacia la novia.

Pero lomas grave no es que el salvadoreño sea violento sino que nuestros niños esos chiquitos de casa ya ha su corta edad conocen perfectamente lo que es un arranque de ira, para ejemplo los siguientes: El típico niño metiéndole la patada al chucho, los típicos hermanos revolcándose por la sala y las clásicas peleas en un masconsito en la calle (violencia física y verbal).

Pero como pueden ser diferentes nuestros niños si en sus casas se puede observar a diario batallas campales entre papá y mamá (insultos y uno que otro plato volando), caricaturas donde los personajes favoritos se golpean y matan con gran naturalidad y sobre todo cuando estos niños miran en los noticieros los salvajes actos que ocurren día tras día en este lindo país.

No es mentira vivimos dentro de la cultura de la violencia y consecuentemente nos convertimos en focos de lo mismo (seres violentos), el mal carácter, la falta de tolerancia, la impaciencia, el orgullo y otros defectos de personalidad han provocado que nuestro país se convierta en una película de acción en la cual la vida no vale nada y las personas no conocemos otro idioma que no sea el de los golpes y los insultos.

¿Qué hacer?, es una buena pregunta y tal ves la respuesta no la conoceremos nunca, sin embargo puede ser que la solución este mas cerca de lo que creemos basta con que usted si usted saque su ángel en esta Navidad, llénese de paciencia, cuente hasta mil, piense y sobretodo recuerde que la violencia lo puede llevar a tres lugares la cárcel, el hospital y el cementerio y no creo que desee vacacionar en alguno de ellos.

UN SIMPLE SALVADOREÑO

One Response so far

  1. Se necesita educación en cultura para la paz, pero eso debe comenzar por nosotros mismos, los adultos que toleramos y fomentamos esta cultura de violencia.

    La impunidad debe desaparecer de nuestra tierra para que la justicia cree un efecto disuasorio en el potencial criminal.

    Parece imposible de lograrlo pero si no comenzamos por nosotros mismos, nadie hará nada para alcanzar esta cultura de paz.

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