Pages

lunes, 6 de diciembre de 2010

Deudas Pendientes.

0 comentarios
Recuerdo que hace unos años era algo previsible la discusión por la aprobación del presupuesto general de la nación. El partido oficial proponía una cantidad, la distribuía y obviamente muchos números eran sobredimensionados, o bien para mostrar la necesidad, o bien para simplemente aprovechar excedentes.
Obviamente, la oposición no estaba nada contenta y para demostrarlo, usaban su conocida técnica del "No", que consistía en negarse a aprobar el presupuesto. En vista que legalmente se requieren 56 votos para su aprobación, y sin el FMLN no se lograría aprobar, los gobiernos de ARENA comenzaron a usar la figura de los famosos "bonos". Entonces comenzó a llenarse la opinión pública de editoriales incisivos sobre lo que de verdad se hacía con el presupuesto y si estaba bien distrubuido. El problema acá, nace, aparte del endeudamiento, con las graves decifiencias que hay en cuanto a las tristes auditorías que son inutiles en este país.
Increíblemente, un partido maneja la Corte de Cuentas de la República, volviéndolo un mecanismo, y una institución totalmente inoperante. Es un elefante blanco del estado. Incluso, cuando se han hecho públicos informes de la Corte de Cuentas, con auditorías que demuestran el gasto desmedido en bienes innecesarios, ha quedado totalmente en el olvido.
Eso fue el comienzo. Saber que algo andaba mal con los presupuestos asignados y ejecutados por los diferentes organismos del Estado.
Recuerdo que cuando comenzó la administración Saca, tercera en usar bonos para complementar el presupuesto de la nación, en un periódico se publicó el estudio sobre nuestras deudas, acreedores y posibles soluciones. Me llamó la atención entonces lo que dijo Carlos Acevedo: "Hay una necesidad de reforma fiscal integral, como medida más coherente para mantener el endeudamiento en niveles manejables y productivos. Sería más fácil en un gobierno de ARENA, que en un gobierno del FMLN, porque al Frente le tocaría enfrentar un boicot absoluto de la empresa privada, en cambio ARENA podría concertar. Pero eso implica pelearse con amigos y familiares, y eso es lo que no han querido hacer." Palabras casi proféticas, no?
Ahora, aunque si bien es cierto se cuenta con algunos préstamos ya asignados por diversas instituciones financieras, y aunque el Estado tenga ya una propuesta de pacto fiscal, es cada vez más necesaria una política de austeridad. Es fácil decirlo, pero creo que la necesidad de comprar un vehículo anual para cada diputado se podría suplir. Igual la cantidad de viajes con jugosos viáticos que resultan en la compañía de algún familiar para que presuma que conoció China, Israel, etc.
Creo que todo comienza por despolitizar la Corte de Cuentas, convertirla en un verdadero ente contralor de los gastos e ingresos del estado, y claro está, en poner en marcha una política de reducción de gastos.
Aunque me gane las pedradas de la gente, creo que se deben eliminar los bonos semestrales que se reciben en varias dependencias del estado, se deben eliminar los viajes excesivos, aplicar correctamente la LACAP. (Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública), y sobre todo acordar con la empresa privada un verdadero pacto fiscal, en el cual se haga un alto a la evasión del gran capital. Claro, a muchos les molestará, y nos quedamos sin TELETÓN.
Mientras tanto, si no se hace nada, si se deja el gasto público desmedido e innecesario en algunas ramas, el Estado sigue generando deudas que se situan alrededor del 40 % del PIB anual para pagar préstamos, que tienen plazos que llegan en algunos casos hasta 2045, al 7% de interés anual. Sus hijos y nietos ya están obligados a pagar deuda que usted está asumiendo.
No digo que hagamos como Maximiliano Hernández Martínez que desconoció la deuda del país, nacida en 1922, lo que realmente se debe hacer es hacer que el gobierno realmente ADMINISTRE el estado. ¿Cómo? Reformar todo el papel orgánico de la Corte de Cuentas, despolitizarla, blindarla, generar mayores controles en el Ministerio de Hacienda, aplicación exhaustiva de la LACAP, y revisión general de los presupuestos de las entidades estatales.
Es un buen comienzo que se haya aprobado la Ley de Transparencia de la Información de la Administración Pública. ¿O es un placebo más?
Como siempre. Esto no es más que mi opinión.

Leave a Reply

Seguidores