Pages

martes, 8 de marzo de 2011

Cisnes negros

0 comentarios
Con el advenimiento de las famosas redes sociales, muchos han comenzado a lanzar afirmaciones de diversa índole en respuesta a la complejidad aparente del fenómeno.
Debo decir que realmente hay muchos niveles de análisis para el fenómeno, por lo que resulta complicadísimo hacer un ensayo, o por lo menos un artículo simple para sintetizar lo que sucede o puede suceder debido a las redes sociales.

La envidia del mayo francés.

Se dice que fue gracias a las redes sociales que se han tumbado dictaduras de una manera tan exultante y maravillosa que, de haber existido en el París de 1968 o en Tlatelolco el mismo año, otro gallo hubiese cantado.
Creo que eso es una verdad a medias. Si bien la organización mediante redes sociales facilitó la unión objetiva ante un propósito loable, es cierto también que una red social no puede tomar o reemplazar un liderazgo sin correr los riesgos del absolutismo. ¿Cómo?
Piénselo, como decía Charles Foster Kane en Citizen Kane: "la gente pensará lo que yo quiera que piensen". Si un liderazgo se crea en redes sociales puede suceder que una o varias personas, quienes sean, logren manejar erradamente el pensamiento de miles. No sé hasta donde sea válido. Me parece que ahí el problema es quien tiene el liderazgo. Las redes sociales no están tan democratizadas como parecen. Estoy confundido.

So close, so far.

Luego, en muchos casos, las redes sociales han hecho daño en alguna medida, al confirmar aquella terrible paradoja que parece estar en el hecho que en un mundo globalizado, es un mundo mucho más unido; gracias al internet y el mass media, la gente está cada vez más lejos. El contacto físico, la amistad, los valores van siendo poco a poco desplazados por el contacto virtual. Tenemos cientos de amigos de los cuales no sabemos sus sueños, sus esperanzas e ilusiones.
Y no se puede.

(Receso músico -cultural)


"Future's made of virtual insanity..."

Todos somos álter egos.

Sucede igual el hecho de la imposición de falsas personalidads y egos, que ignoran por completo aquel viejo aforismo que se supone estaba sobre el oráculo de Delfos, "Conócete a tí mismo". ¿Por qué? Pues porque en muchísimos casos se expresa una manera de ser que en la vida real no demostramos siempre.
En internet somos tan brillantes como queremos parecer, le rendimos culto a la wikipedia con felicidad casi espasmódica. Adoramos a Google. Generaciones sin tocar un libro.
En internet nos sentimos valorados por la cantidad de amigos que tenemos en redes sociales. Nuestra influencia se basa en nuestra popularidad y no en nuestro raciocinio. De ahí que muchos se preocupen por llegar al millar de amigos en facebook, o el millar de followers en twitter.

Taleb y las redes sociales.

Ahora, ¿por qué el artículo que está leyendo habla de cisnes negros?
Pues aunque viene de una frase latina, si no me equivoco, que mencionaba al "rara avis" o algo así, suponiendo hacer mención de aquellas cosas o eventos rarísimos pero que ocurrían aún siendo improbables, se planteó gracias al turco Nassim Taleb la famosa Teoría del Cisne Negro.
Al revisar con un poquito de paciencia los 3 postulados referentes a la teoría en cuestión, creo que este "boom" de redes sociales puede fácilmente sumarse a la lista de fenómenos de cisne negro.
Revisemos.

1. Desproporcionado rol y alto impacto, difícil de predecir más allá de las expectativas normales hístórica y científicamente.
2. Falta de un cálculo de probabilidades y consecuencias, usando métodos científicos, dada la naturaleza de su "bajísima" probabilidad.
3. Impacto psicológico sobre las personas, de modo que en el futuro se logre tomar en cuenta el fenómeno como dominante.

Aunque la teoría puede ser tomada también como una base para asegurar que hay mentiras que pueden probar la fragilidad de cualquier sistema de pensamiento, creo que revisando los postulados queda claro que nosotros como observadores recibimos con algún grado de sorpresa ese crecimiento desmedido en las redes sociales. También nos damos cuenta que es un fenómeno impactante e improbable hace algunos años y que, psicológicamente, nos ha afectado de tal manera que ahora que ya ha sucedido, hemos logrado racionalizarlo.
La pregunta es ¿ahora qué sigue?

Esto sigue siendo únicamente mi opinión. Me voy a revisar mi twitter.

Leave a Reply

Seguidores