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lunes, 22 de noviembre de 2010

Bomba de Tiempo

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" If only all of Rome had just one neck." Calígula.

Hace ya algunos años, estuvo en el país impartiendo una serie de conferencias en cuanto a concientización social, el Premio Nobel de la Paz de 1980, Adolfo Pérez Esquivel, justo cuando se hablaba con seriedad inaudita establecer la pena de muerte para resolver el problema delincuencial en el país, y de paso "sanear" el sistema penitenciario saturadísimo.
Recuerdo que habló de muchas cosas, pero sobre todo, declaró lo poco que lograría el simple hecho del endurecimiento de las leyes. (Ley Mano Dura.)
Todo lo resumió en "El Salvador tiene leyes para ser el país más seguro del mundo." 
Luego, las noticias mencionan los motines en los centros penitenciarios de Brasil, México, y a lo largo de toda América Latina. 
Se dice en los medios masivos, que El Salvador "alberga" en su sistema penitenciario a 24,854 internos. El sistema está diseñado para 8,110. La capacidad ha sido triplicada. No se puede tener más.  Si bien es cierto, los crímenes se han agudizado y el sistema se ha visto en la obligación de recluir a todos los culpables, también es cierto que el problema estructural sigue estando latente. Al dejar al descubierto esta crisis, lo único que se puede concluir, a priori, es que vivimos en un país violento, que probablemente se requiere una prisión gigantesca y encerrar para siempre a decenas de miles de salvadoreños. ¿Es esa la solución?
¿Por qué no se reestructura el sistema penitenciario en su totalidad? 
No faltará quien mencione la clásica justificación de la falta de recursos. Ante dicha excusa podríamos evaluar si es tan necesaria la cantidad de bonos a empleados públicos de amplio rango. También sería justo preguntarse si es correcto que mientras el sistema penitenciario sigue estando saturado, mal organizado y sin cumplir ninguna función de reinserción, los pocos recursos con que cuenta el estado se usen para la compra de autos caros para los padres de la patria, o para costearles viajes, muchas veces sin motivo, y todas las veces, con viáticos, a diversas partes del mundo. 
Ciertamente a cualquiera le indigna la atrocidad con la que son cometidos los crímenes en muchos casos que se ven en los medios. Imagínese los que no salen en los medios. Ahora bien, esa no debería ser razón suficiente como para permitir que el sistema penitenciario sea un sitio de hacinamiento.
¿Dónde quedaron los ocursos de gracia? ¿Por qué no se aplican en los presos que son enfermos terminales? ¿Por qué los culpables de delitos menores, que siguen internos, no son liberados? 
Me quedan muchas más preguntas que respuestas en cuanto al sistema penitenciario. Y me da tristeza.
Ha dicho Benjamín Cuellar que "Se ha dicho que las cárceles son una bomba de tiempo, entonces esperar a que estalle es ingenuo o perverso." Creo que con una afirmación en ese sentido, no mucho se puede agregar.
Luego, el director de Centros Penales, Douglas Moreno, adelantó que proyectan la construcción de un presidio para 10.000 internos, en El Divisadero, Morazán.
Con base en la tendencia de detenidos por diferentes delitos, la proyección de Centros Penales es que sumarán 40.000 presos en 2014.
Ya es insuficiente construír más penales. Ya es insuficiente separar a los mareros en las carceles. Hay que modificar todo el sistema. 
Es imperante hacer un esfuerzo presupuestario, bien pensado, para que las instalaciones dejen de ser lo que son en estos días, una bomba de tiempo...

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