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viernes, 10 de junio de 2011

El Salvador, país de los tamales

2 comentarios
No hay duda que vivimos en el país de los tamales y los hay de todos tipos. Los primeros, son los ricos, los que vienen envueltos en hoja. Los hay para todos los gustos. 
Luego vienen los tamales amigos de lo ajeno, quienes a punta de algún arma despojan a los honrados de lo suyo. A veces no usan armas, sólo cuello blanco y un poco de labia. 
Finalmente están los tamales políticos, de esos que se odian a muerte a la luz pública, pero se aman en privado, se ayudan entre ellos de la manera más "disimulada" y ya, no pasa nada (aparentemente).
El tamal político de los últimos días sólo viene a confirmar que la gente que se mueve en estos medios es un asco. Se los comento de manera llana: 4 magistrados habían comenzado, por fin, a hacer un trabajo decente en materia constitucional, prueba de ello es la inminente desaparición del PCN y del PDC; luego 84 diputados, al verse en peligros por diversos rumores, deciden maniatar a los magistrados obligándolos a la toma unánime de decisiones; y, finalmente, un presidente que, burlando toda burocracia, permite la existencia del asqueroso decreto que amarra las decisiones de los magistrados.
Hay cosas interesantes que deben considerarse antes de mirar esto como "un proceso normal en todo país con una democracia en construcción". Primero, la fama de uno de los magistrados de la sala de lo constitucional, omito nombre pero ya han de saber de quien hablo, un amigo de ciertos grupos. Segundo, los rumores de lo que estaba en agenda de los magistrados: el TLC, la dolarización y la ley de amnistía. Ojo con esta última.
Tercero, la forma en que fue aprobado el decreto en la Asamblea: se aprobó sin los votos de la bancada del FMLN y se registró la abstinencia del diputado de Arena, Guillermo Ávila Qüehl. Cuarto, la rapidez con que el ciudadano presidente sancionó el decreto y lo mandó a publicar. Y, digamos que es una curiosidad, ahora que se quiere derogar el decreto existan personas/ partidos con poco entusiasmo por esto. Eso de que lo quieran derogar tampoco me parece tan sencillo.

No se crean los rumores, no confíen en las palabras de ningún diputado o político del país; los grupos civiles tampoco son lo que parecen. Analicen bien las acciones, nada más. Qué le conviene a quién y porqué. Uno nunca sabe cuando estarán amarrando un tamal y qué llevará dentro.

2 Responses so far

  1. KR says:

    Frases contundentes:

    1. "los grupos civiles tampoco son lo que parecen"
    2. "Qué le conviene a quién y porqué"

    y hay otras, pero me las reservaré ^^

    Lo que me ha dejado esta semana de "presuntas" protestas (por que si fui... no podría hablar de ello sin haber ido y haber visto lo que vi) es que no hubo unanimidad en la protesta que exigía la tan consabida palabra que atenta contra la democracia.

    Me pregunto ¿Cómo es que la sociedad civil pueda permitir este tipo de cosas y encenderse por otras cosas que no son de gran importancia? Anoche alguien me explicaba que es una cuestión antropológica, pero siempre me queda el sentimiento que es una especie de dundez colectiva. Eso permite que los tamales de cuello blanco... hagan lo que les pega la gana... y cuando aparece alguien que dice "no" es porque algo se traen entre manos... no salimos de un vivián para caer en otro y seguimos dejádonos.

    Y no sigo porque peligroso y se me sale otra vez la indignación sobre la indiganción.

  2. La tamalada es grande, para mala fortuna nuestra :/

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