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martes, 15 de noviembre de 2011

Siembra trigo, árboles y educa personas.

1 comentarios
"Si planificas para un año, siembra trigo.
Si planificas para una década, siembra árboles.

Si planificas para una vida, educa personas."
Kwan Tzu.


La frase anterior, además de traerme a la mente las deudas pendientes con el agro salvadoreño, viene a remover lo que se hace y no se hace en cuanto a educación en El Salvador.

Es conocido que la educación es crítica para el desarrollo económico social de un país, se visualiza como un canal para reducir desigualdad y mejorar las condiciones de vida. Sin embargo, hay factores que obstaculizan el gasto privado en educación, tanto porque carecen del costo de educarse como porque reducen la rentabilidad percibida de invertir en educación.

De acuerdo al Informe sobre Desarrollo Humano El Salvador 2010 (PNUD), los principales obstáculos a la educación percibidas por las familias son: calidad de la infraestructura deficiente, carencias en las prácticas pedagógicas, falta de apoyo de la familia y de un ambiente adecuado de aprendizaje en el hogar, poco interés del estudiante, limitada inversión del gobierno, entre otros.

Durante los últimos años, el gasto público en educación pública se ha concentrado en educación primaria, lo que ha permitido importantes avances en este nivel, pero se mantiene una brecha significativa de cobertura y calidad con respecto a la educación media y superior, así lo demuestra los recientes resultados de la PAES 2011. Lo anterior, a pesar de que el Plan Nacional de Educación 2021 (impulsado por el gobierno de Saca y que continua vigente) tiene entre sus objetivos asegurar al menos 11 grados de escolaridad para la población, fortalecer el capital humano especializado y promover la ciencia y tecnología. Basta mencionar que el gasto público en educación durante los últimos diez años no ha superado el 4.5% del PIB, para tener una idea de hacia dónde NO han ido las apuestas estratégicas del país.

Por otra parte, el gasto privado que representa para las familias versus el costo de oportunidad es alto. Los principales "otros costos" para la educación son en transporte, uniformes, alimentación, materiales escolares, dicho El gasto anual incrementó de $366 en 2007 a $411 en 2009 (PNUD, 2010). El mismo informe constata que la entrega de uniformes gratuitos que inició el nuevo gobierno es bien evaluada por la población pues compensa los gastos en que incurren, a pesar de la cuestionada efectividad en hacer la entrega y sus conocidos problemas en la focalización para las familias de menores recursos.

En cuanto al costo de oportunidad, hablamos de que en ocasiones los menores en lugar de asistir a la escuela, apoyan a sus familias en incrementar los ingresos. El sistema educativo salvadoreño y sus debilidades no permiten una efectiva preparación de los jóvenes para enfrentarse al mercado laboral, aunado a la falta de oportunidad de empleo de hoy en día que poco motiva dedicar dinero propio a la educación. La corta edad a la que se gradúan del bachillerato también influye negativamente ya que los empleadores los consideran inmaduros y sin experiencia. Por lo tanto, la deserción escolar ha sido un factor recurrente en la población salvadoreña, frente a los altos costos de la vida.

Sin embargo, volvemos al círculo virtuoso del desarrollo: a menor educación, menores ingresos. El citado informe del PNUD también indica que del total de personas entrevistadas con ningún año de estudios aprobados, aproximadamente el 57% se encuentra en situación de pobreza; mientras que los niveles de pobreza van disminuyendo a medida que aumentan el número de años de educación.

Sin duda, planificar para una vida en un país con tantas carencias y poca inversión en politicas sociales es urgente y no necesariamente tarea fácil.



One Response so far

  1. Que le pasen la PAES a los educadores!!!

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