Migración infinita

Se supone que este es otro de esos problemas gravísimos y prácticamente sin solución. Parece ser que la situación es común en toda América. La migración se ha vuelto la base de nuestra economía dado su aporte en remesas. Migración necesaria. Migración obligatoria.

¿Cómo mantener toda esa base de trabajadores en el país si las oportunidades son cada vez menos?

¿Cómo no darse cuenta de la responsabilidad compartida que existe entre nuestras autoridades por no crear las oportunidades para nuestros compatriotas, así como por parte de Estados Unidos por haber generado su riqueza gracias a la mano de obra barata que siempre han obtenido de nuestros compatriotas?

Es cierto que son muchísimos los factores que obligaron terriblemente a la desintegración de familias y al éxodo masivo de compatriotas hacia Estados Unidos, Canadá y Australia, entre otros. Pero esos fueron factores sui generis. Ahora, la realidad indica que muchísima estrategia que podría prevenir la migración es deliberadamente ignorada por los gobiernos de nuestro país, sea de la ideología que sea, para dejar que el problema de la falta de recursos y de voluntad para sobrevivir como nación y otorgar una vida digna, como la consagra nuestra Constitución, se resuelva con miles de compatriotas ofreciendo su fuerza de trabajo en Estados Unidos y enviando esos millones de dólares anuales que mantienen nuestra economía. Claro, esos millones generan consumo y casi nula productividad. La remesa no se invierte, se consume. La remesa mantiene el consumo al gran capital, pero no produce nada. Por eso el círculo es vicioso.

No sirve de nada cualquier campaña para que la gente no se vaya. No vale la prevención con anuncios sobre si se puede perder la vida en el viaje. Total, estamos perdiendo la vida a diario sin motivo en este país. No nos importa arriesgarnos a todo. No importa que nos puede costar la vida llegar, y si llegamos puede ser que nos sea casi imposible encontrar un trabajo y además deberemos obligatoriamente enfrentar el racismo y el acoso de los servicios de migración en Estados Unidos. Es increíble todo lo que no nos importa. Y es todo porque acá estamos igual o peor.

No soy un experto ni creo que se necesite serlo para saber que la migración no se detendrá mientras no se den garantías para una vida digna acá en el país. Mientras no existan oportunidades de trabajo, y no se nos dé la posibilidad de sobrevivir a diario sin miedo. Falta tanto y estas cosas se vuelven imposibles.

No es pesimismo. Siento golpes de realidad.

Pero esto no es más que mi opinión.