Desde el momento en que Carlos Cáceres se volvió omnipresente en los medios de comunicación para anunciar la medida, populista o no, del aumento salarial a los empleados públicos, supe que algo andaba mal. Y no hay que ser demasiado listo para verlo. Imagine este escenario. El Estado dice con toda pompa que con algunos ahorros, logrará invertir más de 50 millones de dólares del presupuesto 2011, que ya se planteó como superior al de años anteriores, para hacer 2 cosas: 1) Aumentar el monto de la pensión mínima hasta los $208. Desde ya apruebo esa moción, y claro me parece como un pequeño paso para aliviar a la gente que pasó años trabajando para recibir una pensión que no alcanza para cubrir necesidades básicas. 2) Aumentar gradualmente los salarios de los empleados públicos, de modo que aquellos que ganen entre $300 y $600, percibirán aumentos del 10%. Los que ganan entre $600 y 1000, tendrán un incremento del 6%. Aquellos que ganan más de $1000, no verán incrementados sus salarios.
Ahora, en ese punto francamente me veo preocupado. Ahora resulta que aquel que gana más, recibe el incremento. No lo digo por los que ganan más de mil dólares, lo digo por el simple hecho de ser la minoría que labora en el sector público. Me pregunto, ¿No merecen un aumento general, por más utópico que parezca, aquellos que venden su fuerza de trabajo a la empresa privada, con horarios superiores a los empleados públicos, brindando un mejor servicio? Es ridículo ver la valoración.
Le pondré un ejemplo.
Un administrativo de la CSJ de bajo rango, está ganando $450. Labora 8 horas diarias. 5 días a la semana, haciendo caso omiso de los ocasionales puentes. Por tanto, trabaja 40 horas legalmente. Ignorando que los hay quienes, aunque no son todos, entran con media hora de retraso, entran con otra media hora de retraso a la vuelta del almuerzo, y quienes media hora antes ya van de salida, restándole hora y media al trabajo que USTED y yo pagamos con nuestros impuestos.Pero bien, digamos que si trabajan esas 40 horas arduamente. Por simple cálculo, los 450 que ganan, si bien se les debe hacer descuentos que pueden rondar los 60-80 dólares, se pueden dividir entre las 40 horas para recibir un salario de $11.25 la hora.
Hasta acá, el cálculo no es espantoso.
Ahora calcule lo que gana Juan Pérez por hora, cuando gana el salario mínimo oficial, establecido para empleados de la empresa privada de $207. Tome en cuenta que estos siempre trabajan más de las 40 horas, en ocasiones de 8 am a 6 pm, cuando va bien la cosa. A veces con media hora para comer. Digamos que se respetan las 44 horas máximas. Divida los $207 entre 44 horas, $4.70 la hora. Casi 3 veces menos, haciendo el doble de trabajo, sin recibir los 2 BONOS que obtienen anualmente los empleados de gobierno, dependiendo de la entidad en que estén. Inaceptable.
Eso es en lo que radica el problema. El gobierno habló tanto, se llenó la boca de inclusión social, y lo que hizo fue vomitar nepotismo y beneficios para aquellos que ya forman parte del aparato estatal. Porque no se puede negar que la inoperancia de las leyes de ética, y sus tribunales, han llevado a que familias enteras se encuentren trabajando en el Estado, a que la meritocracia se deje a un lado. No hablaré más que de lo que sé. Conozco muchísimas personas que me cuentan que entraron por ayuda de determinado funcionario. Mientras tanto, que el salvadoreño común siga comiendo con salarios miserables, no? La empresa privada sin voluntad de mejorar los salarios, el gobierno ayudando a los suyos, y encima de eso, llenándose la boca con su nueva palabra favorita, "inclusión." Mientras su inclusión nos da un golpe a la cara cuando el MINED anuncia que dejará de dar fondos a escuelas especiales en el 2011. Mientras la inclusión viene de la mano de reconocer que el país aún no encuentra el rumbo económico y piensan seriamente en crear una nueva moneda. La deuda pública sigue aumentando, y los cálculos no funcionan. No creo que sea tan difícil utilizar ese dinero, esos 50 millones de dólares para comenzar con generar nuevos empleos, que son la base de todo el sistema. Generar empleos, para que esta gente produzca, genere más consumo, y así nuevo comercio, más inversión. Aunque suena sencillo, es una cuestión muy complicada, y no puedo explicarla como lo haría un economista, puesto que no estudié eso. Pero la idea lógica es esa, no podés aliviar al que gana más, mientras dejás en la miseria al que vive mal y produce más.
No me parece justo. ¿Y a usted?
