Amanece y observo a un grupo de jóvenes supuestamente provenientes de sectores de escasos recursos y con un alma muy negra que a través del miedo, la amenaza y la fuerza, han logrado intimidar a toda una sociedad.
Sí, eso es una "mara"; muchos sostienen que este tipo de “agrupación”, es un "fenómeno social", otros dicen que es "el producto lógico de una sociedad corrupta, sin valores y con una familia desintegrada" y algunos otros dicen que son personas que solo han sido "victimas de un medio social" lleno de desigualdades y escases.
En lo particular pienso que una “mara” solo es una agrupación que originalmente deseaba tener el control de su barrio o colonia y ejercer cierto poder dentro de el, pero posteriormente estas personas descubrieron un medio muy efectivo de obtener recursos económicos, ejercer miedo a nivel nacional y poder incluso llegar a paralizar el país a través de sus dos mejores armas: el miedo y la facilidad que tienen para matar.
Lamentablemente las maras han logrado establecer en “nosotros”, la idea de que ellos mandan y ponen las reglas de vida en esta país, paran el transporte colectivo, cobran renta y matan; los gobiernos (antiguos y el actual) han sido incapaces de crear e implementar medidas para combatirlos, además en la actualidad el delincuente se cubre con la famosa tutela de LOS DERECHOS HUMANOS.
Me pregunto: ¿Los derechos del muerto, del violado y del extorsionado donde están?, con tristeza tengo que reconocer que como dice cierto comentarista de deportes en nuestro país “vaya usted a saber”.
¿Qué pasa cuando un marero o un delincuente son condenados? La respuesta de nuestra sociedad es enviarlo a la cárcel, cual forma parte de nuestro Sistema Penitenciario o como yo lo llamo la universidad del delito, en donde el reo recibe un doctorado en delinquir.
Este Sistema esta integrado por cárceles que tienen características muy peculiares como son: Jefes de pabellón, extorsión interna, muertos, custodios corruptos y sobrepoblación.
Algunos piden que los reos sean tratados con dureza, sin ningún tipo de de derecho e incluso que los destierre a una isla lejana, otros por el contrario exigen que se les den concesiones y beneficios que incluso los ciudadanos libres no tenemos.
El reo debe ser tratado como un ser humano, con respeto a su dignidad y a su integridad física evitando que en una celda se encuentren veinte personas y que en el interior del centro penal algunos ejerzan poder sobre otros reos.
Cambiar el sistema penitenciario no es fácil pero podemos mejorarlo, ¿como hacer esto? Colocando personas capacitadas en la dirección de los Centros, limpiando el sistema de custodios corruptos que introducen armas, droga, celulares e incluso que permiten que los reos tengan en sus celdas aparatos electrónicos que pueden generar una tragedia como supuestamente sucedió en Ilobasco y todo esto a cambio de dinero.
La realidad nos establece que en nuestro Sistema Penitenciario es muy difícil que una persona se rehabilite, es más probable que un simple ratero al cumplir su condena salga de la cárcel convertido en un extorsionista, asesino o en un miembro entrenado del crimen organizado.
La cárcel es un lugar que no le deseo a nadie y espero que las autoridades entiendan que el primer paso que se debe realizar es ayudar a aquel que realmente quiere una nueva oportunidad de vida.
UN SIMPLE SALVADOREÑO.