De las cosas buenas que aprendí haciendo mi tesis.
Creo que no es lo mismo un aborto terapéutico a uno libertino. Son dos cosas distintas. En el primero se procede tratando de minimizar un daño en la mujer embarazada, en el segundo es para remediar errores que se cometen de forma tonta.
No creo que el aborto, en sí, sea un derecho, es más bien una acción por la cual se ejercen otros derechos. Una mujer violada (el típico ejemplo) no debería ser forzada a cargar con el estigma de un embarazo ocasionado por este hecho. Entonces, si ella quisiera hacer efectivos sus derechos a la integridad física, al honor, a la intimidad, a la salud... éste sería un método. En el otro caso típico, cuando el embarazo es de alto riesgo, si la mujer quiere preservar y hacer efectivo su derecho a la vida... ¿cómo lo haría?
Estos son ejemplos expuestos con mucha simpleza, porque no puedo perdernos en las profundidades de este tema en particular, es demasido fácil perderse. Prohibir el aborto, cualquier tipo, es un error que surge en nuestra legislación por hecho de índile moral y no jurídica (cabe señala que dentro del mundo jurídico la moral debe tener la menor participación posibe), por lo tanto no es de extrañarnos que, ante un hecho como este, surja una legislación deficiente. ¿Por qué deficiente? Para comenzar, porque en ninguna parte de la legislación se establece que la vida del no nacido sea el que necesita mayor protección juridica, se establece el derecho a la vida para todas las personas, en igual forma, sin prejuicio del uno sobre el otro.
De la cosas que aprendí en mi tesis, la más importante es que la vida misma, en sí, no es un derecho, sino más bien una condición sin la cual, no se pueden ejercer los derechos ó accesar a estos. Es dentro de la mecánica misma de la legislación propia en la que se establece que todos tenemos el derecho y la obligación de preservar la vida, decidiendo nosotros mismos sobre el rumbo que queremos tomar en ella, sin prejuicio de los derechos de los demás.
Es cierto que hay un grave y serio conflicto al momento de discutir este tema, la organización SI A LA VIDA, por ejemplo, se esfuerza en mantener prohibido el aborto, y eso está bien hasta cierto punto, porque tampoco es de soportar la forma libertina en la que se practica en otros paises. Ahora, no sé si peco de ignorante, pero ¿en esa organización se esfuerzan en igual forma para ayudar a las personas que convencen de no abortar cuando éstas ya han dado a luz o les dejan a su suerte?
No voy a profundizar mucho más en esto, solamente una idea más: ¿estamos, verdaderamente cómo sociedad y como individuos preparados para despenalizar, nuevamente, ciertos tipos de aborto? NO, porque no entendemos la magnitud de las responsabilidades que esto conlleva: a las instituciones, a los hospitales, a los médicos, a los elementos legislativos y judiciales. Somos una sociedad de individuos tan atrasados que no podemos ver una realidad diferente a la que se nos plantea.
Creo que no es lo mismo un aborto terapéutico a uno libertino. Son dos cosas distintas. En el primero se procede tratando de minimizar un daño en la mujer embarazada, en el segundo es para remediar errores que se cometen de forma tonta.
No creo que el aborto, en sí, sea un derecho, es más bien una acción por la cual se ejercen otros derechos. Una mujer violada (el típico ejemplo) no debería ser forzada a cargar con el estigma de un embarazo ocasionado por este hecho. Entonces, si ella quisiera hacer efectivos sus derechos a la integridad física, al honor, a la intimidad, a la salud... éste sería un método. En el otro caso típico, cuando el embarazo es de alto riesgo, si la mujer quiere preservar y hacer efectivo su derecho a la vida... ¿cómo lo haría?
Estos son ejemplos expuestos con mucha simpleza, porque no puedo perdernos en las profundidades de este tema en particular, es demasido fácil perderse. Prohibir el aborto, cualquier tipo, es un error que surge en nuestra legislación por hecho de índile moral y no jurídica (cabe señala que dentro del mundo jurídico la moral debe tener la menor participación posibe), por lo tanto no es de extrañarnos que, ante un hecho como este, surja una legislación deficiente. ¿Por qué deficiente? Para comenzar, porque en ninguna parte de la legislación se establece que la vida del no nacido sea el que necesita mayor protección juridica, se establece el derecho a la vida para todas las personas, en igual forma, sin prejuicio del uno sobre el otro.
De la cosas que aprendí en mi tesis, la más importante es que la vida misma, en sí, no es un derecho, sino más bien una condición sin la cual, no se pueden ejercer los derechos ó accesar a estos. Es dentro de la mecánica misma de la legislación propia en la que se establece que todos tenemos el derecho y la obligación de preservar la vida, decidiendo nosotros mismos sobre el rumbo que queremos tomar en ella, sin prejuicio de los derechos de los demás.
Es cierto que hay un grave y serio conflicto al momento de discutir este tema, la organización SI A LA VIDA, por ejemplo, se esfuerza en mantener prohibido el aborto, y eso está bien hasta cierto punto, porque tampoco es de soportar la forma libertina en la que se practica en otros paises. Ahora, no sé si peco de ignorante, pero ¿en esa organización se esfuerzan en igual forma para ayudar a las personas que convencen de no abortar cuando éstas ya han dado a luz o les dejan a su suerte?
No voy a profundizar mucho más en esto, solamente una idea más: ¿estamos, verdaderamente cómo sociedad y como individuos preparados para despenalizar, nuevamente, ciertos tipos de aborto? NO, porque no entendemos la magnitud de las responsabilidades que esto conlleva: a las instituciones, a los hospitales, a los médicos, a los elementos legislativos y judiciales. Somos una sociedad de individuos tan atrasados que no podemos ver una realidad diferente a la que se nos plantea.
